sábado, 18 de abril de 2009

Fry!


Vivo en un barrio que podríamos llamar antivegano sin miedo a exagerar. En el local comercial del portal en el que vivo hay una pescadería que me saluda con su perfume cada vez que entro en casa. Del otro lado una tocinería.Y pegada a la tocinería, una pollería (tenemos caza, reza el cartel).

Pero lo peor no es eso! Vivo a 8 minutos andando de la Plaza de Toros de Las Ventas. En Mayo, cuando vuelvo paseando del curro, debo cruzar la maravillosa acumulación de aficionados a la tauromaquia que invaden mi barrio. Se respira el rancio desde lejos: puros, sobaco y solisombra es el perfil de una parte de los aficionados. Gomina, pelo patrás, nauticos, bronceado y pulserita hippy en la mumeca (para dar un toque más informal) es el otro perfil predominante. Y luego esta el progre trasnochado (tipo Sabina, lo siento fans) que ve en el espectáculo la esencia de la cultura hispánica que solo los sensibles pueden juzgar como arte. La misma sensación de caspismo me producen todos.


Por eso, cuando el otro día descubrimos que en el paki de detrás de casa venden todos los productos de ésta marca...no sé, me puse estúpidamente contenta! bueno, y gorrina a hamburguesas picantes, I must say. Gracias Velckro.

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